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Medio centenar de años, más de treinta de ellos de experiencia en la montaña, alrededor de medio millar de montañas ascendidas, me animan a empezar mi camino como bloguero. Junto a Toñi Morcillo, escritora, fotógrafa y montañera, hemos creado este blog donde podéis encontrar artículos, reseñas, montajes audiovisuales y fotografías, principalmente relacionadas con el mundo de la montaña; lugares conocidos en ocasiones y no tan conocidos en otras, pero con la clara intención de dar a conocer nuestra tierra. Con enlaces a youtube en donde podréis, si queréis, suscribiros a nuestro canal. Por descontado, estaremos encantados de conocer vuestras opiniones, propuestas, preguntas, críticas constructivas......todo lo que os apetezca. Nabesante es una palabra aragonesa que significa montañero, que gusta de caminar por la montaña y recorrer sierras; hace años que la hice mía y así se llama nuestro blog. Esperamos que disfrutéis con nuestros vídeos y si es así compartirlos.

martes, 27 de agosto de 2019

MALLOS DE AGÜERO Y COLLADO DE PEÑA SOLA

La Hoya de Huesca nos regala tesoros escondidos como los Mallos de Agüero, enormes monolitos de piedra que sorprenden a medida que te acercas a la población de Agüero. Son el resultado de una época geológica antigua. Durante la formación de los Pirineos en la orogenia alpina, una gran cantidad de materiales fueron arrastrados por los ríos hacia el sur. Aquí, la erosión y el paso del tiempo se encargó del resto y surgieron las verticales formaciones conglomeradas de los mallos, moldeadas por las aguas del río Gállego. De color rojizo debido a los materiales ferruginosos que los componen, son inmejorables para la práctica de la escalada. ( Pudimos contemplar a dos de ellos escalando Peña Sola). Iniciamos nuestra ruta en el pueblo, buscando el antiguo lavadero, desde allí empezamos la ascensión. Existe una especie de senda con poca vegetación que nos llevará hasta el collado de peña Sola. La pendiente se hace cada vez mayor y al final, existe un pequeño resalte de roca que, aunque hace extremar las precauciones, no entraña dificultad. En el collado, las vistas son impresionantes: paredes verticales y una faja aérea que permite caminar unos metros para observar bien el paisaje. Entre las formaciones de esta gran mole destaca Peña Sola, de más de 200 m de altura en su vertiente oeste. La enorme fractura de piedra que separa Peña Sola del resto de los mallos origina una gran ventolera que obliga a no entretenerse mucho en ella y seguir caminando con los ojos bien abiertos ante tal espectáculo de la naturaleza. Los mallos permiten anidar a aves rapaces y nosotros tuvimos la suerte de ver bastantes buitres que sobrevolaban la zona. Para acabar, visita al pueblo y a su iglesia románica de El Salvador. La iglesia de Santiago la dejamos para otra ocasión. No quisimos volvernos a Zaragoza sin visitar el pueblo de San Felices y su curiosa chaminera. Es una ruta corta y sencilla pero no por ello poco interesante, sino todo lo contrario. Es altamente recomendable.

               

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